Por Mario Enríquez
Viento En Popa Ensamble, un quinteto de jazz fundado por un profesor y en su momento un grupo de estudiantes ahora ya egresados de la Universidad del Cauca. El profesor, Gabriel Gómez Coral, flautista principalmente, es de esa clase de músicos cuya inventiva y talento no le permiten ser encasillado en un solo estilo pues se lo ve desempeñarse en el jazz, en la salsa, el son cubano, la música popular colombiana y fusionando de todo un poco. Fue uno de los fundadores del grupo de salsa Toño Barrio y al él recurren en su momento Ricardo Sánchez (batería), Pedro Rodríguez (bajo) y Juan David Romero (saxofón) para madurar la idea de conformar un grupo que fusionara el jazz con las músicas del suroccidente colombiano. Deciden unir al grupo a Pablo Gnecco en la guitarra eléctrica y así nació el quinteto en el año 2010. Su primera producción discográfica se llamó “Latin jazz con sabor a macizo colombiano”. Posteriormente se incorpora al colectivo Gustavo “Tavo” Hidalgo en el saxo alto con quien participaron en el Festival Ecuador Jazz en 2015, donde compartieron escenario con gigantes de la talla de Michel Camilo, Omar Sosa, Totó La Momposina, Perico Sambeat, entre otros.
Su segunda y más reciente producción se denomina “Macizo y clave”, cuyo nombre ya nos da una idea de la fusión que contiene. El primer tema es “Arrechón” (el nombre se refiere a una bebida típica de la costa pacífica con supuestas propiedades para despertar las libidos tristes), inspirado en la “Rumba chonta” de Bahía Trio, en el que el sabor de la música del pacífico colombiano se intercala con acordes de jazz y se destaca un sólo de guitarra.
“Bambuquito obonuqueño” (obonuqueño es el gentilicio de los residentes del corregimiento de Obonuco, Nariño), compuesto por el maestro Luis Próspero Tulcán, es un tema con una bonita melodía que recuerda las apacibles cordilleras que atraviesan nuestro territorio nacional. Destaca en esta ocasión al inicio del tema un interesante efecto percutivo en el saxo y la flauta en el transcurso del tema.
Posteriormente son traídas las sonoridades de la costa caribe en “Alusiones sonoras de la síntesis prebiótica (El porro de Juan)”: se le llama síntesis prebiótica al proceso por el cual se formaron las moléculas orgánicas que posibilitaron la aparición de la vida sobre la Tierra, en palabras del director del grupo el tema es “la musicalización de todo ese cuento”. Al ritmo del porro se desarrolla un interesante arreglo donde la batería reluce, así como los dos saxofones y la flauta.
Todo un viaje musical es presentado en “Ilusiones”, cuyo recorrido inicia de nuevo en el Caribe con una cumbia que posteriormente da paso a un interludio donde los músicos fusionan y se atreven a experimentar con las sustancias musicales para hacer una reacción sonora que luego llegar al interior del país con un agradable pasillo y finalización de nuevo con sabor a cumbia.
El tema por el cual fue bautizado el álbum, “Macizo y clave”, es uno de los mejores del disco. El bambuco, nuestro apreciado ritmo colombiano, se abre camino en el tema para luego ser fusionado con la clave de 3 x 2, donde sin duda destaca el talento del baterista quien lleva los dos ritmos al tiempo, sobre los cuales se dibuja un solo de bajo. Luego de esto, un mambo llega con toda su cadencia siendo capaz de hacer gozar al más escéptico, para finalmente volver al bambuco con el que cierra la composición.
“Fantasía y tambora” es una amalgama de diferentes ritmos musicales donde destaca la presencia de los dos saxofonistas del ensamble quienes con la flauta juguetean hasta un momento en el que bajo la influencia sonora del rock se explota la capacidad sonora de la guitarra eléctrica mientras la batería lleva un ritmo de mapalé; en palabras del guitarrista “el solo y la modulación de la tonalidad un semitono arriba por parte del bajo y la guitarra aportan el sonido jazz fusion reminiscente de los experimentos tempranos de Tony Williams”. Luego, la tambora de nuevo reclama su presencia para finalizar el tema.
Para terminar el disco otra joya, “Iguana”, una sabrosa guajira cuya composición ganó el permio en homenaje al maestro Edy Martínez en el Festival de Voces de Jazz en Cartagena de Indias en 2013. Su nombre es en tributo a Diego Velázquez, melómano propietario del café bar “La Iguana” en Popayán lugar dedicado a la difusión de salsa y jazz, quien desinteresadamente les permitió usar dicho espacio como su escenario y sala de ensayos. El tema tiene una introducción en la que se escucha la clave y el bajo mientras el guitarrista imita en las cueras el sonido del güiro. Posteriormente se une la flauta y el saxo para luego dar paso a la cadenciosa guajira con un solo de la flauta, de la guitarra y de saxofón. El jazz fusion es traído en la parte posterior donde destacan todos los músicos sobre un ritmo de guaguancó soportado por el bajo.
“Macizo y clave” es una producción de destacar no sólo por su gran riqueza musical sino también por el esfuerzo de los miembros del ensamble por abrirse camino en medio de las propuestas comerciales que tanto abundan en el medio. Así mismo, tal como John Santos, Bobby Sanabria, Arturo O’farrill, Alex Wilson y muchos otros grandes de la escena jazzística, Viento En Popa Ensamble también se ha dedicado al desarrollo de procesos educativos en su entorno, gesto que los hace más admirables aún.
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