María Raquel Vásquez Sandino abandonó una carrera legal establecida en Medellín para convertirse en una de las vocalistas latinas más solicitadas de Nueva York, culminando su arriesgada transición con “Mucha Mujer”, un álbum debut que captura la esencia del bolero y la cumbia colombiana con una orquesta de 16 músicos grabada en cinta análoga. Su historia representa el triunfo del llamado artístico sobre la seguridad profesional, un viaje que comenzó en los lugares de salsa y tertulia de su ciudad natal y la llevó a los escenarios internacionales más prestigiosos del circuito latino.
La colombiana forjó primero su camino en el mundo del derecho antes de entregarse completamente a su verdadera pasión. Graduada de la prestigiosa Universidad EAFIT en Medellín, ejerció como abogada profesional en Colombia mientras mantenía una doble vida nocturna como cantante en lugares de salsa y tertulia en Medellín. En una reflexión reveladora, la artista comentó: “Conozco a muchos abogados que son artistas, o no sé si será mejor decir artistas que son abogados. No sé qué será lo que tiene el Derecho que muchos primero transitamos por allí, para luego decidirnos de lleno por el arte”.
El punto de inflexión que cambió su destino
La noche que Samuel Torres, el renombrado percusionista y director de orquesta colombiano radicado en Nueva York, visitó un lugar de salsa en Medellín donde Maria Raquel cantaba, su vida dio un giro radical. Torres, impresionado por su voz de terciopelo oscuro y profundo, la “llevó inmediatamente” de gira por Alemania, Holanda e Israel, mientras ella todavía mantenía su práctica legal. Estas experiencias internacionales cristalizaron su decisión: en 2016, a los pocos meses de esas giras, Maria Raquel se mudó a Nueva York para dedicarse exclusivamente a la música.
La transición no fue una ruptura abrupta sino el cumplimiento de un sueño de toda la vida. Desde los ocho años, Maria Raquel era la vocalista principal en las fiestas familiares de Medellín, cantando vallenatos, cumbias y salsa, rodeada de las guitarras y acordeones de sus tíos. “Hubo un tiempo en que la cantante colombiana defendió la justicia con su título de abogada en Colombia, sin embargo, en su interior, un sueño diferente resonaba con fuerza: la música, su verdadera pasión desde la infancia”, relata en entrevistas.
Ascenso meteórico en la escena latina neoyorquina
Nueva York acogió a Maria Raquel con los brazos abiertos. A partir de 2016, la cantante empezó a figurar en la escena musical latina de Nueva York, colaborando con figuras legendarias como Arturo Ortiz, Rubén Rodríguez y John Benitez. Su versatilidad y potencia vocal la hicieron indispensable en múltiples agrupaciones: Cuarteto Guataca, Astoria Salsa Company, Grupo Mamey, y La Cumbiamba eNeYé (reconocido grupo colombiano en Nueva York). También es vocalista principal de Festejation, una agrupación afroperuana con la que ha grabado y realiza giras por el noreste estadounidense.
Su agenda de presentaciones incluye festivales internacionales de prestigio: el Latino America Festival y Tel Aviv Jazz Festival en Israel, Summer Arts Festival, Color Es Festival, Primavera Fest, y el ColorEs Colombia Festival en Amsterdam. Esta trayectoria la consolidó como una de las vocalistas más demandadas de la ciudad, dirigiendo sus propias formaciones —el Maria Raquel Trio y Maria Raquel Quartet— mientras continuaba su colaboración con la Samuel Torres Band.
Trayectoria discográfica: versatilidad vocal en estudio y escenario
La carrera de Maria Raquel en Nueva York se ha caracterizado por una notable versatilidad vocal, trabajando tanto como cantante líder en presentaciones en vivo como en proyectos de grabación. Su trabajo en estudio incluye participaciones como vocalista principal y, especialmente en años recientes, como corista en importantes producciones del circuito latino neoyorquino.
En “The Gospel According to Salsa” de Jeremy Bosch, Maria Raquel participó como corista junto a Eddie Rosado, destacándose particularmente en “Oseas y Gomer”, uno de los momentos más poderosos del álbum. Esta profunda metáfora bíblica, presentada como un mambo potente, se enriqueció con lo que los críticos describieron como “coros grandiosos de la colombiana María Raquel y Eddie Rosado”. El álbum de Bosch fusionó magistralmente la espiritualidad con los ritmos afrocaribeños, contando con músicos virtuosos como el arpista Edmar Castañeda y el pianista Gabriel Chakarji.
Con Cuarteto Guataca en el álbum “Que Talento”, Maria Raquel trabajó en un doble rol: como corista y como vocalista principal. En el tema que da título al álbum, un guaracho que narra las vicisitudes del día a día, María Raquel Sandino y Jainardo Batista se encargaron de la parte vocal, mientras Jeremy Bosch e Itai Kriss se enfrascan en una “conversación” de flautas. Esta producción de 11 piezas abarca charanga, timba, son montuno, salsa clásica y bolero, siendo aclamada por su sofisticada fusión de géneros tradicionales con arreglos contemporáneos.
Como vocalista principal, Maria Raquel grabó con Festejation, la agrupación afroperuana, y participó en un EP de Itai Kriss. Más recientemente, ha expandido su trabajo como corista en proyectos de Felipe Fournier, César Orozco y otros productores de la escena neoyorquina, demostrando su capacidad para adaptarse a diferentes roles según las necesidades de cada producción.
Su extensa colaboración con Samuel Torres merece mención especial. Fue Torres quien, tras escucharla cantar en un lugar de salsa en Medellín, la invitó inmediatamente a giras por Alemania, Holanda e Israel, catalizando su mudanza a Nueva York. Aunque Maria Raquel ha trabajado estrechamente con el percusionista colombiano en múltiples presentaciones en vivo y como parte de su banda, en el álbum “Alegría” (2019) de Torres aparece una pieza instrumental titulada “Bolero Para Raquel”, escrita por el compositor. El álbum, coproducido con Kabir Sehgal, fusiona el jazz clásico y afrocubano con sonidos urbanos y estilos como boogaloo y cumbia.
Sin embargo, el trabajo principal de Maria Raquel ha sido como cantante líder en presentaciones en vivo, donde su voz de terciopelo oscuro y su instinto rítmico natural brillan en escenarios de Nueva York y festivales internacionales. Es en el escenario donde Maria Raquel ha forjado su reputación como una de las vocalistas más versátiles y demandadas de la escena latina contemporánea.
“Mucha Mujer”: un debut que honra la tradición
El 22 de septiembre de 2023, Maria Raquel lanzó “Mucha Mujer”, su álbum debut que cristaliza siete años de experiencia en la escena neoyorquina. Producido por Mike Eckroth (Orquesta Akokán) y Jacob Plasse (Los Hacheros), el disco de 35 minutos y 10 canciones fue grabado en vivo con una orquesta de 16 músicos en cinta análoga, un método cada vez más raro que otorga al álbum una calidez vintage reminiscente de las grabaciones clásicas de Omara Portuondo, Celia Cruz y La Lupe.
El álbum, lanzado por Chulo Records con distribución de Daptone, presenta composiciones completamente originales creadas por Maria Raquel junto a Eckroth y Plasse, publicadas por BMI. La sesión de grabación reunió a los mejores músicos latinos de Nueva York: Rubén Rodríguez (quien trabajó con Tito Puente), Marcos Lopez (de Marc Anthony) e Ivan Renta (de Eddie Palmieri), conformando un ensamble de percusión, cuerdas, metales, bajo y guitarra.
Las 10 canciones del tracklist —”Mucha Mujer”, “Cumbia del Presente”, “Celos”, “Juego De Dolor”, “Cumbia de la Gaita”, “Mirame”, “La Reina Del Baile”, “Ya No”, “Confesión” y “Buena Fortuna”— navegan entre boleros y cumbias colombianas, contrastando “el anhelo inquietante de los boleros con la insistencia pulsante de la cumbia”. El título del álbum, “Mucha Mujer” (demasiada mujer), refleja su viaje de autodeterminación y la elección de su camino auténtico, incluso cuando significó abandonar una carrera legal establecida.
Estilo musical y reconocimiento crítico
Maria Raquel se especializa en salsa, cumbia, bolero, son cubano y vallenato, géneros que interpreta con lo que los críticos describen como una “voz de alto ahumado” capaz de “provocar escalofríos en cualquier balada y encender el fuego bajo un pregón enérgico”. Su instrumento vocal, dicen, “habla el lenguaje de la percusión”, demostrando un instinto rítmico natural que la distingue.
La recepción del álbum fue positiva en el circuito de música latina independiente. Distribuidores como Rough Trade, Juno Records, Qobuz y Bleep destacaron el lanzamiento, que incluyó ediciones especiales en vinilo morado para tiendas independientes. Un crítico en Amazon comentó: “Decir que la música me transporta sería quedarse corto. Tiene un sonido ricamente disonante, vigoroso y gangster con un estilo moderno, todo unido y presentado sin fisuras con técnicas de grabación modernas”.
Aunque no hay datos específicos de ventas o posiciones en charts —común para lanzamientos en sellos independientes—, el álbum logró distribución internacional en Estados Unidos, Europa y Japón, disponible en todas las plataformas de streaming (Spotify, Apple Music, Amazon Music) y en formato físico (vinilo de $26.99 a $40.00 y CD).
Trayectoria actual y legado en construcción
A finales de 2025, Maria Raquel continúa activa en la escena musical neoyorquina, promocionando su álbum debut mientras mantiene una agenda regular de presentaciones en venues como Shanghai Jazz, Terraza 7, Verlaine, Guantanamera y González & González, además de festivales de jazz y eventos culturales latinos. Se la describe como una “destacada embajadora de la música latina en el mundo, especialmente de la cumbia colombiana y la salsa”.
Como artista bilingüe (español e inglés) con presencia digital activa a través de su sitio oficial mariaraquelsandino.com y redes sociales, Maria Raquel representa una nueva generación de artistas latinos que honran las tradiciones musicales mientras las revitalizan para audiencias contemporáneas. Su enfoque de grabación análoga con orquesta en vivo contrasta deliberadamente con la producción digital dominante, posicionando su trabajo como una recuperación de las estéticas clásicas de la música latina.
La doble identidad que define su arte
La historia de Maria Raquel trasciende la narrativa típica de músico emergente. Su formación legal le otorgó disciplina, análisis crítico y comprensión de estructuras complejas —habilidades que se reflejan en sus sofisticados arreglos musicales y en la meticulosa construcción de su carrera. No rechaza su pasado jurídico; lo integra como parte de su identidad: “Soy abogada de profesión”, afirma sin ambigüedad.
Esta dualidad —la abogada que defendía la justicia en las cortes y la artista que ahora defiende la tradición musical colombiana en escenarios internacionales— convierte a María Raquel Vásquez Sandino en un caso único en la escena latina contemporánea. Su debut “Mucha Mujer” no es solo un álbum de canciones; es la declaración de independencia de una mujer que tuvo el coraje de reescribir su historia profesional para honrar su verdad artística.
Con un álbum debut sólido, una reputación establecida en el circuito neoyorquino y una base de seguidores en crecimiento, Maria Raquel se encuentra en la fase de consolidación de su carrera musical. Aunque aún no ha anunciado un segundo álbum, su presencia constante en la escena y su estatus como una de las vocalistas más solicitadas de Nueva York sugieren que su historia apenas comienza. El mundo legal perdió una abogada, pero el mundo musical ganó una voz que preserva y renueva las tradiciones colombianas y latinas para las nuevas generaciones.






